top of page
Foto del escritorMao Florez

FUGA: ESCAPANDO DE LA MENTALIDAD PRISIONERA

Actualizado: 27 oct 2020

Existe una prisión en la que muchas personas deciden vivir y no es una en la que nadie más pueda ponerlas sino ellas. Cuando te conviertes en prisionero de este correccional decides aceptar y prácticamente abrazar la limitación en todo. Pero hay una buena noticia: Así como decides estar en la jaula, puedes decidir dejarla atrás sin pasar por un proceso mayor al que es tomar la decisión de hacerlo.


¿Alguna vez te has preguntado porqué aún no vives como te gustaría hacerlo? Si tu respuesta a esta pregunta va por las lineas de "Es que no gano más dinero", "Es que este gobierno se roba todo", "Es que no soy suficiente". Bienvenido a tu correccional y prisión personal. El lugar donde tus sueños no dependen de ti, ni de lo que hagas, sino de lo que hay afuera.


Escapando de la mentalidad traicionera

Ese recinto viene acompañado de un personaje que te hace sentir aún más prisionero: Excusa, en forma de: Necesito arreglo o rehabilitación, osea que no eres suficiente para ir por tu meta. Cuando eres prisionero de tu mente, la excusa, te llena de argumentos vacíos y razones por las que aún estás en ese estado. Esas que se ven como las de lineas arriba o que van por este estilo: "Cuando aprenda X o Y entonces me arriesgo", "Solo puedo hacerlo si X o Y", "Voy a seguir esperando para hacer X o Y". Ser prisionero de estas frases -y todas sus variantes- va a terminar en dejándote con sueños rotos.


Si estás viviendo en una prisión mental de este tamaño que dibujo y que te impide salir, andar e ir en busca de tus sueños, seguramente ya notaste que de alguna u otra forma estás viviendo de una manera equivocada.


"Tu mente siempre te recuerda lo malo,

lo difícil, lo negativo. Recuérdale

tú a ella tu grandeza, pasión y tu fortaleza."

Jorge Álvarez Camacho


La transformación de una mente prisionera a una mente en poder y en libertad no requiere choques eléctricos y no necesita de un oficial golpeando los barrotes de una celda. De hecho, de aquí desprende otro ejemplo de mentalidad prisionera, creer que necesitamos cambiar nuestra perspectiva a la fuerza. Sin embargo no nacimos para vivir así, somos seres con una capacidad superior, somos lo suficientemente creativos para crear nuestras prisiones, lo somos para tumbarlas.


Lo bueno de esta prisión es que tú eres el carcelero y el guardián. Eso te da todo el poder sobre las rejas y las jaulas que te tienen en una situación en la que no quieres estar y alejado de la que quieres.


Si te has permitido vivir en un estado prisionero, permítete vivir en uno de libertad, solo basta tomar la decisión de hacerlo. Vive sin limitar tus capacidades, explorándolas, que es lo que luego te llenará de habilidades y conocimiento, y haciéndote responsable de lo que eres y lo que quieres para tu vida, ese poder no lo quieres dejar a cualquier persona o escenario.




Si este contenido te ha agregado valor, ayúdame a llevarlo a más personas. Comparte, comenta y suscríbete.



5 visualizaciones0 comentarios

Comments


bottom of page