Todos atravesamos situaciones difíciles, ellas acompañan nuestros días y hacen parte de la cotidianidad y, al final, esas dificultades nos permiten crecer y fortalecer nuestra resiliencia y mejorar como personas, pero si no lo entendemos así y no tenemos las herramientas correctas para enfrentarlas, terminamos viviendo con el estrés.
El estrés es normal, ¿cierto? Convivir con él es algo que debemos aprender a hacer, ¿correcto? Esto es lo que se nos ha enseñado con el pasar del tiempo, y en la medida que crecemos se vuelve casi un mantra: "El estrés es normal". Resulta mejor -y más saludable- entender que el estrés es una respuesta corporal sobre la que sencillamente hemos perdido control, y retomarlo está en nuestro poder y en ese sentido es muy importante entender que convivir con el estrés no solo no es recomendable, es altamente nocivo para la salud.
Podemos definir estrés como el conjunto de alteraciones que se producen en el organismo como respuesta física ante determinados estímulos, si logramos interiorizar esta definición entenderemos algo que puede cambiar nuestra vida: El estrés es resultado interior de lo que ocurre afuera, esto significa que el poder sobre el estrés está en nuestro interior. Si fuera lo opuesto, nadie podría vivir en calma, porque sobre lo exterior entre poco y nada poder tenemos, pero sobre lo que ocurre en nuestro interior a partir de ello, si.
Existen varios factores que podrían generar una situación de estrés, como los económicos, la sobrecarga laboral o la falta de satisfacción con el trabajo, cómo llevamos nuestras relaciones personales y familiares, explorar lo que hay después y más allá de la zona de confort, la falta de tiempo para despejar la mente (aunque hay muchas personas que, por su relación con el trabajo, lo ven como innecesario), el perfeccionismo, falta de motivación, el desorden, la confusión, y posiblemente podríamos seguir agregando razones a la lista.
Si prestaste atención a la lista que está aquí arriba, y si no, por favor léela de nuevo, te darás cuenta que hay algo que todos esos factores tienen en común, y es que todos ellos ocurren fuera de nosotros, y no dentro, lo que ocurre adentro es una respuesta corporal defensiva frente a ello. Lo malo: Esa respuesta defensiva produce una gran cantidad de efectos nocivos en nuestra salud, lo bueno: Si aprendemos a encontrar dónde está esa respuesta corporal, podemos llevar este tipo de situaciones de mejor forma, y te doy un adelanto, está frente a ti, la vez todos los días cuando estás frente al espejo.
Me gustaría, que después de que hayas leído esta entrada, tengas en tu arsenal de defensa personal frente a estas situaciones algo más que las palabras, relájate y respira. Si fuera tan sencillo, no sería necesario escribir más que eso.
"Practico mantener la calma todo el tiempo,
a partir de situaciones que son tensas."
Martha Beck
Aquí está la herramienta con la que quiero que te quedes después de esta entrada: Tu respiración. Respirar es una tarea tan subconsciente que la damos por sentado, y resulta que el mejor armamento que tenemos para frenar el estrés, lo tenemos literalmente en nuestras narices. Cuando enfrentamos una situación difícil, nuestra respiración se acorta, la sostenemos o se acelera (Estas son las respuestas de nuestro cuerpo, es natural, tu inconsciente trabaja para defenderte.) y lo empezarás a ver y sentir, aún más, después de que hayas leído esta información.
¿Cuál sería una mejor respuesta? Cuando esto ocurra, respira lentamente, en un ritmo de 7-3-5 (puedes modificarlo si no es cómodo en ese ritmo, pero la condición es ralentizar la respiración) 7 segundos inhalando, contienes el aire 3 segundos y exhalas en 5 segundos. Esto hazlo la cantidad de veces que sea necesario para reducir tus pulsaciones, relajar tus músculos y -especialmente- para aclarar lo que ocurre en tu mente.
Cuando este ejercicio se vuelve rutina al enfrentar situaciones difíciles, no solo estarás cuidando tu salud de tener excesos innecesarios de cortisol, también tendrás el poder para reaccionar de una forma más productiva y saludable frente a ellas.
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