El ser humano funciona a partir de estrategias y ellas son parte integral de lo que hacemos y cómo lo hacemos, y ellas pueden ir desde cómo hacemos para determinar si una persona nos parece atractiva o no, cómo tomamos decisiones, entre otras muchas estrategias. La propuesta del día de hoy es rediseñar y reconstruir la estrategia que utilizas para cumplir tus metas.
Ya diseñaste metas específicas: Creaste una meta realista, ya estableciste cuando será realidad, ya sabes cómo medir si te estás acercando o alejando de tu meta y ya sabes cuáles acciones debes tomar para hacerlo realidad. Ahora es tiempo de rediseñar la forma en la que planteamos la estrategia que nos llevará a ver la realidad como queremos verla.
Vamos a definir estrategia para entender toda la importancia que esta palabra tiene: Serie de acciones muy meditadas, encaminadas hacia un fin determinado. Si te acercas al diseño de tus sueños y metas sin un plan de trabajo, tu sueño no pasará de solo estar en tu mente o en un pedazo de papel, si es que decidiste escribirla. En muchos sentidos la no prosperidad de un sueño parte de allí, de creer que solo basta con tener claro lo que queremos.
No estoy diciendo que lo anterior sea insípido o poco importante, de hecho, es el primer paso y ese siempre suele ser uno de los más importantes al encaminarnos hacia nuestras metas, y esto lo digo porque, sin él, has decidido no moverte. El primer paso es tan importante como el segundo, el tercero, el cuarto, y los que tome llegar a tu sueño, pero el primero te dará el impulso inicial. Ahora, saber cuales son los pasos siguientes, es el diseño de la estrategia y -si así lo quieres- el segundo paso.
"La estrategia es la herramienta que permite
intervenir en el futuro para amoldarlo a
nuestras necesidades y aspiraciones."
Ideas Vagas, Sentimientos Claros. Jorge González Moore (2005)
Después de haber diseñado tus sueños tan específicos como sea posible, ahora sigue trabajar para lograrlos, para hacerlos realidad. Para eso, debes tener claro cuál es la gran imagen, el gran sueño que quieres lograr, por ejemplo: Tener una mejor relación familiar, disfrutar de cinco viajes fuera el país al año o crear una aplicación que cambie la forma como las personas compran ropa. Esa gran imagen o gran objetivo es por la que se va a trabajar.
Ahora que sabes lo que quieres y cómo lo quieres, el cuando lo quieres te ayudará a poner el factor tiempo en la estrategia. Si, por ejemplo, tu plan es a un año, tienes 12 meses de trabajo, si es a 3 años, tienes 36. Lo que hagas con cada uno de esos meses determina tu probabilidad de éxito. Por eso en tu estrategia para cumplir tus metas debes saber qué hacer -o qué hay que hacer- en cada uno de esos meses.
Si lo seguimos reduciendo, cada mes vendrá con 30 o 31 días, lo que hagas con cada uno de esos días debe hacer parte del proyecto, y en ese sentido, debes tener claro qué será del proceso cada semana de dado mes para cumplir tus metas. Por eso te invito a preguntarte hoy: ¿Qué has hecho este día para cercarte a tu sueño?
Cada paso es tan importante como el anterior y el siguiente. Cumplir tus metas está en tus manos, y cumplirlas dependerá de la calidad de la estrategia que utilices para ese fin, sin dejar de lado, en ningún momento, cuanto te enfoques en acciones que te permitan avanzar hacia ellas y que tus pensamientos y emociones estén alineados con lo que quieres.
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