Seguramente alguna vez has escuchado personas decir las siguientes lineas: "Definitivamente yo nací para esto" o "esto es lo mío". Usualmente estas personas viven en un estado superior de motivación y encuentran más dificultad para sentirse desanimadas. Esas frases te pueden llevar a pensar en personas que han cumplido sus sueños o están en camino a lograrlo.
Como ocurre con los personajes de libros, películas, cuentos y mitos, los seres humanos siempre están en un camino de aprendizaje, y este es en varios aspectos: Desde las relaciones interpersonales hasta cómo encender una estufa, de eso se trata la vida, ¿no? de aprender y crecer, de adquirir conocimientos y habilidades que nos lleven a ser cada día mejores personas. Sin embargo, lo que logra hacer que estas historias sean memorables es la misión final del personaje: ¿Para qué estás aquí?
Esta búsqueda, en muchos ámbitos y aspectos, se reduce al esquema nacer - crecer - reproducirse - morir. De este esquema tendremos desenlaces poco positivos y que nos llenen de la emoción que es meter una misión en él. A ella le llamo el llamado, a qué vine a esta vida más allá de ese esquema tan limitado y limitante.
Algo que define y guía a las personas extraordinarias es ese llamado, ese que es tan difícil de encontrar y por el que tantas personas resultan estudiando una carrera profesional que no les llena y finalmente amarrados a un trabajo diario de 8 a 5 en el que la motivación solo es el salario, o el horario o alguna comodidad similar. Las personas extraordinarias se mueven por algo más, los mueve una visión de futuro diferente, una misión.
Si pudieramos darle una definición a este llamado, sería algo así: El trabajo que estás haciendo -o estás por hacer- que busca dejar una huella positiva en el mundo y para las nuevas generaciones. Cuando encuentras, adoptas y aceptas tu llamado empiezas a cambiar tu mundo.
En muchas ocasiones es difícil encontrar cuál es esa motivación que te llevará más lejos, ese sueño que te moverá a ser más, sin embargo encontrarlo va a significar en tu vida un cambio significativo -o más de uno- en cómo percibes el presente y cómo ves y planeas tu futuro. Lo que te moverá ya será algo más, algo superior, por lo que trabajarás con un fuego que solo viene de un espíritu motivado.
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