Adelante, renunciar es una opción, hazlo con tu trabajo, tu relación, tus aventuras, tu carrera o lo que quieras. Pero antes de tomar una decisión apresurada, pregúntate: ¿Porqué lo voy a hacer?, ¿Vas a renunciar para evitar algo o lo harás para crear algo?
Esto tal vez no se considere como parte del pensamiento productivo tradicional, pero no nos digamos mentiras, es una opción viable para todos. Al final mucha gente lo hace, y lo hace todo el tiempo, bien sea por estar cansado de su jefe o trabajo, las circunstancias que ocurren en la vida personal y social. Todas estas parecen razones aceptables para tirar la toalla, ¿no?
Miremos las posibilidades: Renunciar para huir y renunciar para crear. Desde dónde sale esa decisión determina no solo una tendencia en cómo proyectas tu vida, también si lo haces por una razón que te llevará con una motivación constante hacia el lugar donde quieres estar, ese con el que sueñas, o si solo te ayudará a correr un par de millas mientras encuentras algo diferente a qué huirle.
En el primer caso, renunciar para huir, usamos el mundo y el 'afuera' como carga de culpas y en ese sentido funcionamos a partir del efecto, no la causa. Cuando estamos en ese lado de la ecuación dejamos de ser dueños reales de nuestras decisiones, de nuestras elecciones y finalmente de lo que somos realmente y ese es un poder que no quieres dejar de tener. Cuando dejamos que 'el otro', que 'el exterior' tenga en nosotros su reino, estamos dejando de percibir y recibir nuestros sueños para ir tras algo que muy pocas veces perdura.
Por el otro lado, al renunciar para crear estás haciendo una elección llena de poder. Esta decisión te lleva a redirigir tu muy valioso tiempo, tus recursos, tu energía y tu entusiasmo hacia algo que está más alineado con algo más grande que tú: Tus sueños. Trabajar realmente por ellos es lo que te permite levantarte cada día tan temprano e irte a dormir tan tarde como puedas y quieras hacerlo, y seguir haciéndolo sin sentir una gota de cansancio, pues lo que te mueve no es únicamente un salario mensual o quincenal, es algo más grande que eso.
"El éxito no es el resultado de una
combustión espontánea. Tú tienes que
encenderte primero."
Fred Shero
A veces ese cambio -y más que el mismo, realizarlo- viene junto a muchas limitaciones que se presentan como inseguridades y miedo a perder algo que en muchos casos puede estar alejándote de momentos, personas y situaciones que podrían estarte alejando de lo que realmente quieres. Por esto es que debes entender cada paso del proceso como una enseñanza, saber qué caminos tomar, cuales no, qué decisiones tomar y cuales no, a qué renunciar realmente, a qué no.
Es relevante anotar que renunciar al momento no implica hacerlo a las experiencias. Es muy importante ser sabio con estas decisiones y no permitir que un mal momento o el desaliento tome el poder sobre ellas. Tómate el tiempo de acercarte al momento, situación o circunstancia al que quieres renunciar con creatividad, reencuadra el enfoque que le estás dando y encuentra todo lo que ese momento te ha enseñado y lo que te ha dejado; aprende de ello y, ante todo, disfrútalo.
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