Introducción
Determinar cuál es nuestro propósito en la vida puede ser una de las preguntas más difíciles que, como humanos, debemos tratar de responder. ¡En este artículo vamos a recorrer un proceso paso a paso, explorando tus sentimientos y opciones, y al final, deberías tener una herramienta bastante sólida que puedes emplear inmediatamente en tu vida, para ayudar a darle una dirección significativa!
Hay tres pasos en el proceso de descubrir el propósito de tu vida:
Comprender el principio de elección
Crear tu "principio subyacente"
Alinear tu vida con este principio subyacente
Comprender el principio de elección
Norman Vincent Peale dice lo siguiente sobre el poder de elección. "El mayor poder que tenemos es el poder de elegir. Es un hecho real, que si has estado tanteando bajo la infelicidad, puedes elegir ser alegre, en su lugar. Y, con esfuerzo, elevarte a la alegría. Si tiendes a ser temeroso, puedes superar esa miseria eligiendo tener valor. Toda la tendencia y la calidad de la vida de cualquier persona están determinadas por las elecciones que se hacen".
"Elegir" es la actividad más importante de tu mente, porque al hacer una elección, estás proclamando tus deseos a tu mente subconsciente. Una vez que la mente subconsciente conoce tus deseos, va a hacer cualquier cosa para manifestarlos en tu vida. Las elecciones que haces en tu vida se convierten en tu objetivo. Y, si eres sincero al perseguirlas, no hay razón para que no las cumplas.
La indecisión, por otro lado, no sólo crea frustración y ansiedad, sino que también puede confundir a la mente subconsciente sobre lo que quieres. Pero es importante que las elecciones que hagas las hagas tú, de acuerdo con tus verdaderos deseos, propósitos y aptitudes. Muchos de nosotros dejamos que otros elijan por nosotros, o tomamos nuestras decisiones de acuerdo con lo que creemos que es "correcto", aunque eso signifique ir en contra de nuestros deseos. Lo que es correcto para otra persona puede no serlo para ti, y la forma de saberlo es escuchando lo que dice tu corazón.
Así que, para empezar, haz una lista de las cosas que te interesan; cosas que siempre has disfrutado, que te hacen sentir mejor, que te inspiran a seguir adelante, sin importar los obstáculos que encuentres. ¿Te gusta hacer algo creativo, o algo artístico? ¿Te gusta la naturaleza? ¿Te gusta el mar? ¿Te gusta ayudar a los demás? ¿Te complace marcar la diferencia en la vida de otras personas?
Sea lo que sea lo que te interesa, escríbelo y responde a estas preguntas:
¿Qué es lo que te gusta hacer?
¿Qué es lo que te gusta de esta cosa y por qué?
¿Cómo podrías hacerlo por dinero y ganarte la vida con ello?
Crear tu principio subyacente
El siguiente paso es examinar la lista que acabas de hacer y averiguar si hay algún tema recurrente. Tal vez sea la contribución que sigue apareciendo, o un efecto de buscar o dar amor, o ayudar a tus padres a sobrellevar la vejez. Sea lo que sea, intenta identificar el tema central de las cosas que te gustan hacer y trata de plasmarlo en una declaración breve y precisa. Esta será tu "Declaración de Misión". Puede ser incluso una cita de un personaje famoso o una filosofía que te haya influido. Por supuesto, a medida que crezcas, esta declaración podría evolucionar, pero su alma seguirá siendo la misma. Ahora, escribe tu Declaración de Misión.
Alineando tu vida con tu principio subyacente
El paso final en este viaje es trazar el camino hacia tu propósito final y comenzar a implementar cambios que ayuden a alinear tu vida diaria con tu propósito subyacente. Al hacer estos pequeños cambios en tu estilo de vida, empezarás a ser capaz de vivir este principio todos los días. Puede que te lleve unos días, pero al ser consciente e intencional de este principio subyacente de tu vida, sin duda empezarás a sentir la diferencia en tu entusiasmo por la vida en general. Si te das cuenta de que te gusta estar en medio de la naturaleza, planifica tus vacaciones. Quizá una excursión con tus hijos sea suficiente para recuperar tu energía. Si descubre que le gusta ayudar a los necesitados, empiece a buscar oportunidades de voluntariado en su comunidad. Por otro lado, puede que incluso quieras cambiar de trabajo, o empezar un nuevo negocio que esté más en línea con tu misión.
¡Así que ahí lo tienes! Si sigues los pasos descritos anteriormente, estarás en camino de encontrar y vivir tu propósito.
Tener claros nuestros valores y un propósito puede servir para acabar con muchas situaciones tóxicas o de estancamiento que nos impiden alcanzar nuestras metas o vivir como nos gustaría. Puede ser dejar una relación, abandonar un trabajo, cambiar de amistades o buscar nuevas profesiones.
Tener un propósito en la vida nos ayuda a encontrarle el gusto a todo lo que hacemos diariamente, y esto nos permite tener una forma de vivir mucho más empoderada.
Cuando vivimos en nuestro propósito es difícil desanimarse y en cambio encontramos en el trabajo hacia nuestra vocación una forma de vivir disciplinada y resistente.
¿Has encontrado ya el propósito de tu vida? Háganos saber en los comentarios cuál es y qué está haciendo diariamente para vivir al máximo de su potencial.
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